Ante las atractivas ofertas en injerto capilar provenientes de Turquía, las personas se preguntan por qué deberían hacerse la intervención en Madrid, siendo esta más costosa. Lo cierto es que existe una importante batería de razones de peso para elegir una clínica de injerto capilar en Madrid en vez de cruzar el Mediterráneo para obtener un injerto a un precio demasiado bueno para ser real.
Turquía – la meca de pacientes con alopecia, pero a años luz de ser la tierra prometida
Las tres Bs, bueno, bonito y barato, es lo que todo consumidor persigue a la hora de hacerse con un producto o servicio. El asunto es que los riesgos de buscar quimeras imposibles no son los mismos cuando compramos indumentaria, artículos de decoración para el hogar o tecnología, que cuando le confiamos nuestra salud a organizaciones inescrupulosas.
¿Crees que un trasplante capilar en Turquía te resultará más rentable que uno en Madrid? Si es así, te invitamos a conocer el caso de Andrés, uno de nuestros pacientes.
Andrés y su pack premium de promesas rotas
Como muchos pacientes que llegan a nosotros después de un trasplante capilar fallido, Andrés había resultado seducido por un súper mega pack premium repleto de bullet points. No se puede negar que Turquía es excelente haciendo marketing, puesto que en la promoción que contrató Andrés se detallaban quince servicios… al precio de uno.
¿Qué eran esas maravillas prometidas? Traslado al hotel y al hospital, un traductor a su disposición, alojamiento en un hotel cinco estrellas, anestesia indolora (hasta el momento, no hemos podido constatar otro tipo de anestesia a nivel médico) y, entre otros, la grandiosa posibilidad de permitirle a Andrés comprar más productos del tratamiento que la clínica ofrecía. Camuflada entre el rimbombante pack de inauditos servicios, se encontraba la intervención de trasplante capilar.
Todo esto, incluyendo el permiso para comprar más tratamientos y productos, por la irrisoria suma de menos de 2.000 €. Si los resultados hubieran sido los prometidos, no habría sido en absoluto una mala opción. Sin embargo, Andrés pronto descubriría que lo barato sale caro… muy caro.
Cinco mil folículos trasplantados, una infección, tres seromas y el retorno a la calvicie
Cuatro días después de su recién estrenado trasplante, Andrés retornó a su Madrid natal. En la clínica turca le habían dicho que la operación había sido un éxito y que ya podía regresar a casa. Es más, lo animaron a que lo hiciera lo antes posible.
A la semana de haber regresado, las costras que se forman en el cuero cabelludo después de un injerto capilar, se habían convertido en una severa infección. A esto se le sumaron tres bultos acuosos, que luego fueron diagnosticados como seromas, en la cabeza de Andrés.
El rápido regreso a Madrid le significó a Andrés tener que ausentarse del trabajo, ya que no solo su aspecto era deplorable, sino que le había diezmado su energía y productividad.
Después de haber recibido la asistencia médica en su mutua para curar su infección y recibir los primeros auxilios en su castigado cuero cabelludo, Andrés fue testigo en carne propia de lo que ningún paciente de injerto capilar quisiera serlo: su cabello injertado se estaba desprendiendo.
Todo partió de un diagnóstico mal hecho
¿Cómo podía ser posible que de la meca de los trasplantes capilares hubiera resultado algo tan calamitoso? Todo comenzó con un diagnóstico mal hecho.
Cuando, desesperanzado, Andrés llegó a nuestra clínica, pusimos a su disposición a nuestro equipo para tranquilizarlo y asegurarle que todo tendría solución.
La solución estaba en Madrid, siempre estuvo aquí
Gracias a la sensata decisión de Andrés de acudir a nuestra clínica, una institución seria, comprometida y con los objetivos puestos en que tu cabello vuelva a formar parte de tu vida para siempre, su problema tuvo solución.
Después de constatar que su diagnóstico había partido mal desde el inicio, realizamos uno nuevo y procedimos a realizarle un injerto. Tuvimos que esperar unas semanas, claro está, puesto que Andrés había perdido gran parte del pelo de su nuca, la zona donante. Sin embargo, y dado que este cabello vuelve a crecer después de un tiempo, pudimos realizar la intervención con total éxito.
Después de un fallido viaje a Turquía, de una infección, de tres seromas, de una baja médica en el trabajo y de pagar no uno, sino dos injertos capilares, Andrés es hoy un hombre que va por el mundo luciendo su flamante y frondoso cabello. Sabemos que ha viajado por el mundo, ya que lo seguimos en las redes y le hemos visto postear fotografías de lugares muy hermosos. Ninguno de ellos era Turquía.
¿Por qué los trasplantes en Turquía salen tan mal?
Para comprender el origen de este problema que se ha transformado en una bola de nieve para los especialistas en trasplante capilar en Madrid, quienes deben diagnosticar, tratar y realizar un trasplante sobre trasplante, debemos comenzar por el turismo.
El gobierno turco ha encontrado en los trasplantes capilares la puerta de entrada hacia la dinamización del turismo. Tras el estandarte de turismo de salud, ofrecen packs con todo incluido por 1.500 €. Este precio es más que un incentivo para clientes españoles que buscan matar dos pájaros de un tiro: obtener un trasplante a un precio que en Madrid no se consigue y recorrer la mítica Estambul.
A los efectos de poder rentabilizar su promesa, el gobierno de Turquía a acelerado la formación en trasplante capilar. Pero aquí debemos hacer un alto, porque no es lo mismo tomar un curso relámpago forme para transportar folículos pilosos de un área de la cabeza a otra, que tener un diploma en Medicina y Dermatología, y además capacitarse en el mundo del trasplante capilar.
Los resultados demuestran, día tras día, que el éxito proviene de un diagnóstico bien realizado, de una intervención profesional y de un seguimiento meticuloso.
El seguimiento – el gran debe de los trasplantes turcos
Un trasplante capilar no termina con el último folículo injertado, sino cuando el profesional ha constatado que el injerto ha prendido, que el cuerpo lo ha aceptado y que todo se encuentra en perfectas condiciones para que el cabello injertado comience a crecer.
Toda esta fase es imposible de llevarse a cabo si elegimos realizarnos el injerto en el exterior, ya que el proceso de seguimiento lleva meses de control por parte del equipo de la clínica para que el injerto se considere seguro, definitivo y para siempre.
Ahora que conoces el caso de Andrés y las razones detrás de los precios tan seductores de los trasplantes capilares en Turquía, ¿a quién le vas a confiar tu dinero, tu tiempo, tu imagen personal y tu salud?
Coordina tu consulta hoy y asegúrate un mañana hermoso y libre de preocupaciones.
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